Fuimos al Palacio de Bellas Artes con la intención de ver «Zapata después de Zapata«, pues este es el último fin de semana de la exhibición. Para sorpresa nuestra, el Palacio estaba cerrado. Tomado por gente que apoya a la familia Zapata Salazar. Que se han mostrado descontentos con la exposición y particularmente con la obra «La Revolución» de Fabián Cháirez, en la cual se representa a Emiliano desnudo, montado sobre un caballo y con tacones, alejado de los estereotipos de la virilidad del macho mexicano.
Los familiares del caudillo del sur han decidido crear su propia exhibición sobre Zapata en la explanada del Palacio, con representaciones de Emiliano apegadas al imaginario del macho mexicano:
Los descendientes de Zapata, previamente han hecho gala de su intolerancia, discriminación, homofobia y misoginia. <Poco revolucionaros han resultado estos hijos de la revolución>. La muestra contaba con distintas representaciones del caudillo, pero la que ha causado polémica es precisamente aquella en la cual se le presenta afeminado. Como si lo femenino fuera algo deleznable.
Lo positivo de todo esto es que los intentos de censura, y la ignorancia intolerancia de la familia Zapata no han hecho más que dar una difusión tremenda a la obra y a la muestra en general. La noticia, por la polémica relacionada con la obra, estuvo presente en medios de comunicación nacionales e internacionales, y la discusión inundó las redes sociales. Es un ejemplo del llamado efecto Streisand, o como dirían quizá desde los tiempos de Zapata <les salió el tiro por la culata>.
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